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jueves, 18 de septiembre de 2008

Etica Moral

Las nuevas generaciones tendrán que sobrevivir ante la gran competencia cada día mayor de profesionistas nacionales y extranjeros, y sobre todo ante una competencia de capacidad profesional, o hasta desleal.
Hoy en día la sociedad mexicana en general pasa por una descomposición de la unidad familiar, la cual se distingue de los usos y costumbres de otras naciones en donde la unidad familiar esta en segundos términos. La descomposición se viene dando por la falta de interés de los jóvenes en mantener algunos valores morales y éticos que antaño se estilaban tanto en el núcleo familiar como en las instituciones educativas de todos los niveles.
La desvalorización ética y moral se da porque el individuo es dado a confundir lo que es la verdadera liberta, cuando en realidad se cae en el libertinaje. La libertad no es lo que versa la frase libre albedrío, lo cual esta mal dicho desde su origen, ya que el ‘liberum arbitríum’, esta más ligado a la palabra arbitraje, y no a la facultad o privilegio de las personas de escoger y actuar por si mismas entre el bien y el mal. En el diccionario leemos que la libertad es:
1. La voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho.
2. La potestad de obrar por reflexión y elección.
3. Según el gusto o voluntad de la persona de que se trata, sin sujeción o condición alguna.
Desde su origen y hasta la adopción filosófica, San Agustín sostenía que la composición de la frase liberium arbítrum designaba la posibilidad que tiene el hombre de elegir entre el bien y el mal, y que la libertad es el estado en el cual uno esta lejos del mal. Santo Tomas lo ratifica con el concepto adicional de la voluntas, o la voluntad de elegir entre el bien y el mal. La frase para este filósofo viene significando ‘libre arbitraje’, y el significado no esta del todo equivocado. Posteriormente Lutero en su debate con Erasmo, con respecto a su debate, que el liberium arbitríum, con respecto a la providencia divina, limita la libertad, y afirma que la voluntad humana es pequeña y débil, y por lo tanto fácilmente dominada por el demonio, y que debía apoyarse en la gracia divina para poder alcanzar la bienaventuranza. A lo largo de la historia los filósofos continúan apoyando sin analizar la frase que denomina una redundancia, y un mal entendido.
El concepto de libertad (del lat. libertas), que es el poder o facultad para actuar y pensar libremente, inclinación a la pasión vehemente y contumaz por algo o alguien, o el apremio que se hace a una persona por parte de un juez o de una autoridad, compeliéndola a realizar algo o a soportar una decisión o una situación ajenas: sin compulsión.
La definición que propongo, y esta es la provocación al debate, como la más acertada del ser libre, es estar lejos de la esclavitud de lo incorrecto, del mal y de todo error que dañe nuestra integridad física y la paz del derecho ajeno, creando una falta de respeto que perturba la paz.[1] Por ejemplo Heráclito concebía al ser humano dividido en una élite moral e intelectual (el aristoi, aristocracia), y la masa no pensante que conformaba (el polloi, pueblo). La cuestión central es que la línea que divide a los pocos de los muchos debe pasar por cada individuo, y no entre individuos o entre clases de individuos. Kant sostiene que en el mundo natural la libertad es imposible, pues todo esta determinado en cadenas causales e infinitas, pero en el mundo moral la libertad es plena. Y, Hegel reitera en su historia de Jesús, que los hombres eran libres cuando se sometían libremente a la ley divina.
En el diccionario leemos definiciones que nos han inculcado desde pequeños, de las cuales estoy en desacuerdo y que tienen que ver más con el libertinaje y el albedrío:
1. La facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Esto es albedrío.
2 Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres. Esto es libertinaje.
3. La falta de sujeción y subordinación. Esto es prohibición.
4. La facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres. Esto es sujeción.
5. Prerrogativa, privilegio, licencia. Este más parece que se necesita pedir permiso para actuar de una o de otra manera.
6. El estado o condición de quien no es esclavo. Esta es la que más especifica de lo que es la libertad; ¿pero esclavo de que? De nuestras imperfecciones y errores, repitiéndolos una y otra vez.
El albedrío y la libertad tienen que ver con una tercera palabra; la verdad (del lat. Verĭtas), es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser. Aquí incluyen los objetos y actitudes. Es decir un lápiz o una pistola son verdaderas porque existen, el bien y el mal son verdaderos por que también existen, y el conocimiento es verdadero, pero deja de serlo cuando es útil como lo sostiene el pragmatismo; mientras el marxismo sostiene que la utilidad es consecuencia de la verdad, y no el fundamento o esencia de ella; para el pragmatismo, también, la verdad esta subordina da a la utilidad, de acuerdo a la eficacia o al éxito de la acción subjetiva del hombre, y no como actividad material, objetiva y transformadora. Paulo Freire, por ejemplo, propone que la libertad es hacer o decir lo que se ve o se piensa sin dañar el derecho ajeno; esto no es libertad sino un derecho humano de actuar y pensar. En pocas palabras tenemos el derecho de equivocarnos. No olvidemos que la filosofía de Freire viene de la corriente teórica de la teología de la liberación, en la cual se ve a la Biblia por medio del marxismo. Toda inconformidad o revolución social, trae nuevas inconformidades y futuras revoluciones.
Como vemos hasta la filosofía se enreda en explicaciones más o menos infructuosas que lo único que hacen es confundir el discernimiento humano. El diccionario nos dice que lo verdadero es la:
1. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente. Lo cual se refiere a la existencia de todo lo que percibimos con nuestros sentidos, incluyendo el bien o el mal.
2. Conformidad de lo que se dice, con lo que se siente o se piensa. Esto describe un estado emocional, ya que todo lo correcto o lo incorrecto son estados verdaderos de diferente valor moral.
3. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre sin mutación alguna. Se refiere al estado de existencia de todo.
4. Cualidad de veraz.
Mi segunda propuesta es que el albedrío es la facultad de elegir entre lo correcto, de lo incorrecto; entre lo bueno, o la maldad. En medida que se acostumbre por la elección de lo bueno y lo correcto, se esta en condición de ser libre de todo lo inmoral. De lo contrario el ser humano esta esclavizado. La conciencia humana da el poder de distinguir lo bueno de la maldad, lo correcto de lo incorrecto, el amor del odio, las consecuencias del exceso a los frutos del deseo malsano, la intelectualización sin sabiduría, las consecuencias del orgullo, así como de todo acto indecoroso.
En la Biblia encontramos un pasaje que dice: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Pero si la verdad nos hace libres entonces hay que escoger hacer el bien, lo correcto, escoger siempre lo bueno, en obedecer las leyes que rigen en cada casa, en cada centro de trabajo, en cada universidad, en el ICE, y en cada país. Conocer esta libertad nos hace desprendernos del error y adquirir la capacidad de no dejarse engañar por argumentaciones falsas. La libertad es conocer nuestro potencial humano, es tener una conducta de humildad que encierra en su interior el ser humano. Desgraciadamente, también, estamos encadenados a las rutinas de no hacer lo correcto, y nos aferramos a ellas defendiendo lo indefendible.
Entonces el buen uso del albedrío tiene su función al influir a la sociedad mayor de dar ejemplo de disciplina y organización ética y moral. Es decir, en la sociedad todo individuo se ve influenciado al buen o mal uso del albedrío de cada individuo. Esto es como una telaraña que desencadena buenas o malas actitudes en la medida que se da ejemplo de hacer lo bueno o lo malo. Un ejemplo de esto lo encontramos dentro de todos los mitos a nivel universal, donde siempre se distingue el bien y el mal que el hombre le hace a su prójimo, pero que siempre se es responsable ante la divinidad.
En otras palabras, hasta la edad de 8 años somos inocentes, casi en su totalidad, debido a la socialización lógica que cada familia considera como la correcta. Dentro de esta vida cotidiana hay elementos que no comprendemos ni intuimos. Pasando el tiempo en nuestra juventud, sentimos que algo esta mal, de ahí que cada generación llevan a juicio la vida social en cada época, y se implanta ‘lo moderno’ sin comprender las reglas que gobiernan la existencia diaria. Comprendemos, pero ignoramos las leyes de causa y efecto, no discernimos por qué las cosas son como son, pero las conocemos. Y lentamente aprendemos las reglas que nos permiten funcionar como adultos, y que aunque no conozcamos las leyes no implica que no estén ahí, y que si no meditamos nuestras actitudes no implica que no tengan consecuencias.
Para terminar esta breve exposición, descartar todo lo hasta aquí dicho es como justificarnos y respaldar una unidad de los contrarios, es seguir el camino intermedio a lo compuesto en un enjambre de lazos ego-centristas, y egoísmos que no dejan ser al que quiere ser, y orillando a no ser al que quiere ser, inventando que el ser humano es:
Ser y no ser a la vez.
Que, Soy un yo único.
Y la contradicción egoísta pareciera ser la que forma la raíz del ser moderno, como si fuera una operación cuántica:
Yo soy y no-yo.
Yo y anti-yo.
Soy una realidad y una virtualidad. Como si el mal fuera una negación de una de varias opciones, y lo sano como lo bueno fuera una existencia incompleta, o el destino de nuestros actos la disminución del propio ser. La novela La Divina comedia, de Dante, por ejemplo nos describe el paso de un infierno mayor a otro menor, hundiéndonos o flotando, empujando hacia él a los otros. En el clásico de Aldous Huxley, Las puertas de la percepción, nos dice que: “El hombre que regresa por la puerta (albedrío) en el muro (verdad) nunca será el mismo que salió por ella (encontró la libertad). Será más sabio pero menos arrogante, más feliz pero con menos satisfacción de sí mismo, más humilde para reconocer su ignorancia y, sin embargo, mejor equipado para comprender la relación entre las palabras y las cosas, entre el razonamiento sistemático y el misterio insondable que intenta, siempre vanamente comprender”. Creo que el hombre en nuestros días se hizo consciente de que sabía, y quiso hacerse consciente de lo que sabía, pero perdió de vista lo que sabía. Mi tercera propuesta es que la verdadera opción cuántica ‘es el ser o no ser’, ¿porque nunca nos detenemos a contemplar esta opción?, porque somos dados a justificar nuestros actos y nuestra forma de hablar, anteponiendo nuestra edad, ignorancia, etc. Sin embargo no nos proponemos superar el hoyo en el que nos encontramos. Ahora nos toca decidir como.
[1] Parafraseando a Benito Juárez. “El respeto al derecho ajeno es la paz…”

El diablo y el mal entre los mormones

IV ENCUENTRO CUBA-MÉXICO SOBRE RELIGIOSIDAD POPULAR.
EL DIABLO Y EL MAL ENTRE LOS MORMONES.
Dr. César Augusto Ruiz Rivera.

La religiosidad mormona, se estructura en una doctrina donde cada elemento cumple una función lógica Su religiosidad social y cultural se práctica con una auto-evaluación ética moral, planificando la vida diaria, pensando en el futuro personal, familiar, y grupal para la salvación del alma y la obtención de la gloria celestial.
Lo religioso, para el mormón, no es cosa de inteligencia, ni del sentimiento, sino de sentir que se esta con Dios mental, corporal y sentimentalmente.
Para el mormón dos de los símbolos doctrinales más importantes del Antiguo Testamento son los conceptos de Lucifer y la muerte, y el papel que tienen en un plan de salvación para poder alcanzar la gloria celestial. Todo comienza con el fruto prohibido del árbol de la ciencia del bien y del mal, que se menciona en el Génesis y que simboliza la conciencia humana que da el poder de distinguir lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, el amor del odio, las consecuencias del exceso a los frutos del deseo malsano, la intelectualización sin sabiduría, las consecuencias del orgullo, así como de todo acto indecoroso.
El árbol de la ciencia, del bien y del mal, representa el símbolo del nacimiento de la humanidad, la muerte y la resurrección. Todo provocado por la tentación de Satanás. La caída de Adán y Eva fue condición para que el hombre existiera y tuviera la oportunidad de probación, y de elevación personal.
Se puede decir que para el mormón el símbolo del concepto Padre Celestial es por si sólo el misterio de la vida, él todo poderoso que todo lo sabe, es una de las tres personas de la ‘trinidad’, es la sustancia invariable, incluso de la lógica y de la física que son parte de la existencia manifiesta. El misterio esta en la existencia misma del universo y de la vida. Dentro de la creación, para el mormón, lo único eterno es la inteligencia. Su hijo el creador Jehová, en la preexistencia, o Jesús el Cristo en el mundo mortal conforma la segunda persona de la trinidad. El Espíritu Santo, el tercer elemento de la trinidad, es el único que no a pasado por la probación de la carne, es el que da testimonio de todo lo existente.
El cielo es el símbolo del lugar donde se reúnen los espíritus de los muertos para esperar el juicio y la unión final del alma con el cuerpo resucitado. Para los mormones desde la gran batalla en los cielos, cuando Lucifer se rebelo en contra del padre celestial antes de la creación por su plan celestial. El albedrío o el derecho a decidir entre el bien y el mal, fue crucial para ganar el derecho de decidir nacer, de ser probado, y de morir. Esto es ser participe del plan de salvación, Satanás con su albedrío deseo ser como el Padre sin pasar por la muerte.
Para el mormón no hay ‘pecado original’. Los conceptos de la vida después de la muerte, tiene afirmación o explicación, su fuerza descansa en el hecho de que la muerte no despierta terror si no esperanza, al menos que sea un hombre sin fe ante la idea del carácter efímero de la existencia. En este caso, la muerte es solo una etapa y un suceso inevitable.
Para los mormones, los símbolos se forman por la idealización de las cualidades humanas. La simbolización excluye de Dios la imperfección del deseo humano. El lenguaje simbólico y el símbolo sólo se pueden tratar en la posición de una reflexión para la cual las ideologías, como las creencias, están apoyadas en motivos más o menos válidos.
Los mormones, que poseen un mismo nivel religioso cultural buscan en esta vida el equilibrio entre el conocimiento secular y espiritual, y entre la fe y su vida diaria. Lo que importa es que Dios este complacido por la fe, la esperanza, y la caridad del amor y compasión al prójimo, de la castidad personal, de mantener limpio el cuerpo y alma de toda impureza; haciendo esto se imita la naturaleza divina; para los mormones, así es la religión pura delante de Dios, y de Jesucristo.
Volviendo al término ‘misterio’ el cual es el límite de la competencia del entendimiento humano. El misterio del origen de la vida y de todo lo existente resulta de la evidencia ocular y sensitiva. El misterio es la evidencia del concepto espíritu, ya que este misterio lo rebasa necesariamente. De esta evidencia nacen los mitos, distintos aunque iguales en su sentido oculto, porque siempre se dirigen al misterio.
Para hablar del concepto misterio es necesario emplear la simbolización, esta es la lógica del mito. La evolución mitológica se desarrolla a partir del misterio y la huella del héroe en cuestión, Ante los mitos la mente humana no siempre es objetiva, ideal o absoluta. Por naturaleza es muy dada al error y se cierra ante lo inexplicable.
Dentro de los mitos siempre se distingue el bien y el mal que el hombre le hace a su prójimo; y el hombre es responsable ante la divinidad.
Todo esto es como respaldar la unidad de los contrarios es seguir el camino intermedio a lo compuesto en un enjambre de lazos aceptando ser y no ser a la vez, un yo único. La contradicción pareciera ser la que forma la raíz del ser, como si fuera una operación cuántica. Yo soy y no-yo, yo y anti-yo; soy una realidad y una virtualidad. Como si el infierno fuera una negación de una de dos opciones, y la salvación fuera una existencia incompleta o el destino espiritual la disminución del propio ser. O el paso de un infierno mayor a otro menor, hundiéndose o flotando, empujando hacia él a los otros.
Hasta esto parece ser contrario a la espiritualización, la represión es signo del miedo ante la verdad respecto a sí mismo.
Para los mormones la salvación radica en renunciar a la afirmación exclusiva de tal o cual aspecto negativo de la persona, en afirmar desechando la contradicción; ahí radica la verdadera humildad del mormón; el deseo de llegar habitar en la gloria celestial, y no en el infierno. Consiste en la libre elección de cada quién. El hombre es, y puede ser un sí, y un no ser, o un nada. Ser o no ser, esa es la cuestión: la gloria celestial o el infierno.
Tal vez las acciones y obras prácticas mormonas no produzcan un resultado muy visto a los ojos del mundo exterior, pero esto no significa que no tenga alguna función o influencia. El buen uso del albedrío tiene su función al influir a la sociedad mayor de dar ejemplo de disciplina y organización ética y moral. Es decir, en la sociedad todo individuo se ve influenciado al buen o mal uso del albedrío de cada individuo. Esto es como una telaraña que desencadena buenas o malas actitudes, en la medida que se da ejemplo de hacer lo bueno o lo malo; cada individuo dentro de la sociedad que tiene vínculos sociales con algún mormón aprende en algún grado buenas actitudes.
Por eso la fuerza simbólica de Lucifer y de la muerte, como mitos, están en su ámbito significante. No son meras ideas antiguas. Tienen una continuidad figurativa ancestral y polisemica a causa de muchas y variadas síntesis simbólicas, articuladas a leyendas protagónicas en el transcurso de toda la historia humana. La abundancia polisemica de la imagen-símbolo de estos personajes se encuentra en lo estético, lo moral, lo lúdico y lo mitológico, también tiene expresiones conceptuales e ideológicas que se unen al núcleo simbólico central. Ajustan la metonimia y la metáfora siempre que tienen contigüidad significante y semejanza. Son elásticos figurativos, fantásticos, híbridos, y gozan de un gran sincretismo racional y emocional.
El simbolismo se descifra sólo después de analizar numerosas manifestaciones y ejemplos, paso previo para el estudio comparativo que lleva a descubrir variedades y relaciones. Mircea Eliade nos dice al respecto que “...la investigación de las estructuras simbólicas no es un trabajo de reducción, sino de integración. Se comparan y se confrontan dos expresiones de un símbolo no para reducirlas a una expresión única, preexistente, sino para descubrir el proceso gracias al cual una estructura es susceptible de enriquecer sus significaciones. (Eliade, 1984: 260)
El simbolismo de Lucifer y la muerte tiene, en principio, una relación religiosa en tanto refiere normas morales reales, a la cosmovisión, o a una significación misteriosa de la obra divina. Por eso implica una doctrina que tiene que ver con la existencia humana y del mundo. La función del simbolismo religioso esta en la capacidad de atestiguar situaciones contradictorias o estructuras de la realidad que es imposible de expresarse de otro modo. En el caso del diablo y de la muerte la premisa se aplica a su capacidad de revelar aspectos incomprensibles al entendimiento común de la realidad, y la convivencia de valores antagónicos que forman una unidad.
Nos dice Eliade que el valor del simbolismo refiere una realidad o una situación que compromete la existencia humana, plano que diferencia los símbolos de los conceptos. Los símbolos se mantienen en contacto con las fuentes profundas de la vida, expresan lo espiritual vivido. Por eso mantiene su condición numinosa y que supongan revelaciones para quienes saben descifrar su mensaje. Conciertan situaciones subjetivas con la objetividad de las relaciones personales. (Eliade, 1984: 261-269)
El punto de contacto con todo esto es la ambivalencia religiosa. Que las imágenes de santos y vírgenes se oponen, confunden e invitan a costumbres humanas dañinas. Que estos símbolos dobles van de lo bueno a lo satánico. Creencias y costumbres que se explican a partir de la situación social subordinada del hombre dentro de la naturaleza y de la sociedad. Para los mormones la cultura religiosa hebrea se construye para todos los pueblos con este fin. Como dirían los mormones, apoyados en Job y las escrituras; “Y dijo Jehová al hombre: He aquí que el temor del señor es la sabiduría. Y el apartarse del mal, la inteligencia” (Job 28: 28-29, la cursiva es agregado mío). “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad” (Juan 18: 37). “Y la verdad los hará libres” (Juan 8: 32). La verdad entendida como el hacer el bien, lo correcto, amar y perdonar, escoger siempre lo bueno, en obedecer los mandamientos, como las leyes que rigen en cada país. Conocer esta libertad nos hace desprendernos del error y adquirir la capacidad de no dejarse engañar por argumentaciones falsas. Para los mormones la libertad es conocer el potencial divino de Cristo, la conducta de humildad que encierra en su interior el ser humano: la caridad, unida a la fe y la esperanza.
En toda comunidad religiosa se encuentran elementos humanos no muy convencidos de su doctrina porque han sido tentados por Satanás ha ser malas personas, en los mormones no es raro esto, pero la mayoría trata en lo posible de construir un mundo mejor para sus hijos a partir de la doctrina. Hay un artículo de fe mormona que dice: “Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos, y en hacer el bien a todos los hombres... Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, bello, de buena reputación o digno de alabanza, a esto aspiramos.” Esto es lo que se le enseña a sus nuevas generaciones: a ser buenos ciudadanos.

controvercias

19 de septiembre de 2008.
Dr. CARLOS SERRANO SÁNCHEZ
DIRECTOR

Dr. LUIS ALBERTO BARBA P.
Sri. ACADÉMICO

COLEGIO DE INVESTIGADORES
DEL IIA-UNAM
P R E S E N T E S

Mtra. Ana María Salazar Peralta, Investigadora del IIA-UNAM.
Por medio de la presente quisiera relatar que desde hace unas semanas han ido a buscarme a mi domicilio algunos vecinos del pueblo de San Andrés de las Cal, municipio de Tepoztlán, Morelos, en donde vivo, con el fin de preguntar o reclamar en algunos casos, sobre un articulo que se publicó en un pequeño periódico llamado TEPOZTECO. MAGIA Y CULTURA.
Los vecinos me preguntaban si había sido yo el que escribió o dio la información en dicho artículo, donde no aparece mi nombre y que además no tiene crédito alguno.
El problema de dicho articulo titulado UN RITO PARA ATRAER LA LLUVIA EN SAN ANDRÉS DE LA CAL, (p. 6) es que habla sobre “niños del viento”, sobre yeyecatl-yeyecame, graniceros y rayados, lo cual en la cosmovisión de este pueblo no existe, ya que en la tradición ancestral del poblado se habla de los “Señores del Tiempo, Aires, Ahuaques y huehuentles.
Toda la información aparecida en dicho artículo a excepción de la anterior aparece en mi tesis doctoral y en mi libro San Andrés de la Cal. Culto a los Señores del Tiempo en Rituales Agrarios, Ayuntamiento de Tepoztlán-UAEM-CIDHEM, México. 2001.
En el artículo mencionado aparece el nombre de Alicia María Juárez Becerril, no como autora, y al investigar en internet (al introducir el nombre completo de Alicia María Juárez Becerril en el EXPLORADOR del google) encuentro dos escritos-ponencia[1] de la Mtra. Ana María Salazar Peralta con citas al trabajo de Alicia María Juárez Becerril, así como un artículo de Alicia Juárez, los cuales preocuparon por sus graves falsedades que transcribo textuales:

1) “Los niños del viento: El concepto de infancia es un elemento metereológico de la región de Tepoztlán Morelos” (Salazar).

Corrijo y sostengo que en todo el municipio de Tepoztlán no existe concepto alguno infante de niños del viento. Si en las ofrendas aparecen juguetes modernos de plástico es que esos son representaciones de los ahuaques, concepto que la investigadora no ha comprendido, así como los muñecos de plástico antropomórfos representan a los “Señores del tiempo”, no son para que jueguen dichas entidades.

2) “Son los especialistas del tiempo (los tlamazcaqui) los personajes que dan cuenta del culto y el ritual a los cerros y a la petición de lluvias en Tepoztlán, ancestral tradición que se inscribe en la ritualización de la geografía cultural” (Salazar).

Corrijo y sostengo que la petición de lluvia de San Andrés es única del pueblo en todo el municipio, y el Estado de Morelos.

3) “Los tradicionales tlamazcaqui son los especialistas rituales encargados de preparar las ofrendas o huentle a los dioses y de cuidar todo aquello relacionado con mantener el equilibrio ritual entre los hombres y la divinidad. Tradicionalmente, los tlamazcaqui son hombres en su mayoría, aunque en Morelos se conoce a un grupo de mujeres muy destacadas en estas lides” (Salazar).

En el pueblo de San Andrés de la Cal no existe el adjetivo “tlamazcaqui”, más bien existe el de huehuentle. La palabra tlamazcaqui la utiliza el huehuentle Felipe, nativo del pueblo. Pero que efectivamente pertenece a la corriente de la mexicanidad, no del NEW AGE como más adelante lo menciona. Al menos que Salazar este refuncionalizando términos de lo que ella conoce como New Age.

4) “Los modernos tlamazcazqui del pueblo de San Andrés de la Cal se integran a una tradición ancestral evocada en las Relaciones indígenas del siglo XVI. San Andrés es un pueblo de herencia indígena. La tlamazcaqui en San Andrés es Jovita, mujer anciana, tiempera y sanadora que ha mantenido a lo largo de los años una reputación inmejorable entre los conocedores, ha sabido mantener la credibilidad para una actividad originalmente masculina” (Salazar).

Tengo más de 25 años viviendo en el poblado, y en efecto la huehuentle Jovita (no tramazcazqui) es una persona respetada. Pero hay suficiente evidencia testimonial de todo el pueblo de que ella ha sido la principal que ha introducido cambios al ritual de petición de lluvia en San Andrés de la Cal, se han respetado estos cambios y algunos se han ido integrando a la cosmovisión.

5) “El culto moderno a los cerros y a las cuevas en San Andrés de la Cal es una de las actividades rituales estacionales que está a cargo de la especialista: la granicera, la tiempera o la rayada, denominaciones utilizadas en San Andrés para designar esta actividad ritual a cargo de la tlamazcaqui, la encargada de realizar los rituales y de mantener la comunicación de la comunidad con las deidades y con sus intermediadiarios: los vientecillos Yeyecatl-Yeyecame. Jovita ha sido por décadas la encargada de la organización de los rituales de petición de lluvia y el huentle” (Salazar).

Corrijo y sostengo que en San Andrés de la Cal no existen casos de graniceros o rayados (as), nunca en la historia comunal se ha sabido sobre alguien que le ha caído o tocado un rayo, sobrevivido o muerto, así como tampoco existe el término vientecillos Yeyecatl-yeyecame. Este termino de Yeyecatl-yeyecame lo adopto una excompañera de trabajo Liliana Huicochea de Culturas Populares-Morelos, cuando yo promoví la filmación de un programa que salió por el canal 3 de Morelos, y filmado por su esposo Ricardo Chacón; en dicho Video aparecen mis créditos, pero al morir ella, su esposo tuvo la oportunidad de que la Dra. Broda publicara dicho texto a nombre de Liliana, que originalmente era mío. Valdría la pena que Ana María revisara mi libro (en la biblioteca del IIA) para determinar el origen histórico de Jovita como huehuentle. Y que revises también el Video de Liliana y Chacón, así como hacer un recorrido por el pueblo para que constes de que en ningún momento se menciona el vocablo de Yeyecatl-yeyecame o vientecillos para hacer referencia alguna al ritual o elemento cultural alguno.
En sus escritos localizados en internet Ana María y Alicia María citan mi libro en su bibliografía, pero no hay anotación alguna al texto sobre mi trabajo, y fortalecen su hipótesis al citar otras fuentes donde hacen referencia al concepto infantil de estos entes culturales.

6) “Reforzando esta visión, se integraron a los rituales los miembros del grupo de la mexicanidad, expresión de los movimientos nativistas o new age que habitan en San Andrés. Éstos están encabezados por Felipe, su capitán, quien inició el aprendizaje sobre los rituales. A través del sueño le fue revelada su designación y, por ende, implicando el orden de lo estrictamente simbólico de la cosmovisión mesoamericana; con lo anterior se re-significa la moderna adscripción al pasado remoto” (Salazar).

En San Andrés de la Cal no hay movimientos nativistas o New Age. Somos 4 los “fuereños” como se nos dice despectivamente, los no nativos que vivimos en el pueblo, participamos con cooperaciones pero no interferimos en la organización o preparación de la vida religiosa-popular re-fundando el símbolo y el ritual ancestral, pero si con voz y voto en la vida cívica, sin faltar el respeto al que diciente de lo que personalmente se considere lo correcto. No hay ninguna “implicación al orden estricto simbólico de la cosmovisión mesoamericana”. Todo transcurre de acuerdo a la evolución interna que la comunidad va aceptando como lo correcto, afianzando su conocimiento actual con la memoria histórica ancestral.

7) “Al poco tiempo, Felipe mostró sus ambiciones e hizo evidentes sus intereses por liderar no sólo al grupo de la mexicanidad sino también al resto de la comunidad en el manejo de la vida ritual. Ello parecía lógico debido a la avanzada edad de Jovita, por lo que no fue extraño que para la realización del ritual se formaran dos grupos: uno con dirección a las cuevas altas y los otros distribuyendo las ofrendas en las cuevas bajas cercanas al Texcal, éstas últimas las comanda Jovita. A las cuevas altas va Felipe acompañado por los miembros de la mexicanidad. En la reciente investigación sobre el tema, Alicia María Juárez Becerril acota la incipiente rivalidad que Felipe ha iniciado para despojar a Jovita de la preeminencia que tiene como Tlamazcaqui”. (Salazar).

Sostengo que no hay grupo alguno que siga los pasos de la mexicanidad en el poblado, aunque actualmente dos o tres compañeros de la danza conchera de Felipe, que no viven en el pueblo, lo acompañen. Y no hay dos grupos divididos por pugnas; las ofrendas desde muy antiguo se reparten en dos grupos (Este, Oeste). Nunca hubo huehuentle (no tlamazcazqui) alguno que llevara a las dos direcciones por si solo.

8) “La relevancia del caso de San Andrés de la Cal y los tiemperos dirigidos por una mujer recupera el aporte femenino sobre el conocimiento del ritual y el huentle pero también sobre los saberes de las plantas y las plegarias. La particularidad del liderazgo femenino en las peticiones de lluvia hace evidente la preeminencia del poder y del saber femenino de Jovita, la Tlamazcaqui. La dimensión de género ha jugado un papel fundamental en la organización social. Tal vez es una forma de reconocimiento a la competencia femenina, reconocida aunque no por ello interpelada por el orden patriarcal. Esta imagen recupera la noción de equilibrio entre los géneros de la cosmovisión mesoamericana; diríamos que se trata de un equilibrio dinámico históricamente determinado. La experiencia y los saberes femeninos de la Tlamazcaqui, alude no a la perspectiva escencialista del ser mujer y ser para otros, sino fundamentalmente a la capacidad pedagógica femenina de reproducir la normatividad del ritual y la ética social; es, por tanto, una metáfora del orden social en constante búsqueda del equilibrio y equidad entre los géneros no sólo del pasado, sino también para el presente y el futuro de esta comunidad de pueblos originarios” (Salazar).

Al inicio de este último párrafo indica que “recupera el aporte…” entonces es sostenedora, o recupera un poder simbólico perdido. Más todo lo anterior es una apreciación propia que se respeta, pero cualquier investigador puede aceptar o no, por su gran carga emocional.

Me sorprendió que algunos vecinos en reclamos pensarán que era yo el que esta escribiendo mentiras sobre el ritual de lluvia del cual han sido muy celosos en guardar su conocimiento. Hace ya siete años en que salió publicado mi libro y que se repartió una buena parte de ellos en el pueblo, y nunca se me ha hecho algún reproche o reclamo, más bien felicitaciones y reconocimientos comunales, municipales, y estatales.
Investigaciones de las nuevas generaciones del pueblo es que la Mtra. Alicia María no tiene mayor culpa de lo que escribe en su tesis de maestría o articulo, ya que ella ha sido portavoz de un testimonio vivo, aunque ese testimonio no haya sido confirmado como correcto por la comunidad. En reuniones durante todo un mes con personas en la Ayudantía Municipal del poblado han concluido que la Huehuentle Jovita, ya por su edad esta realizando cambio en el simbolismo de la tradición que distingue a esta comunidad del resto de las comunidades morelenses. Por su edad, se le respeta e incluso no sabe del problema suscitado por el escrito de la Mtra. Ana María Salazar.
La Mtra. Ana María Salazar, está falseando indiscriminadamente sobre una tradición cultural con orígenes mesoamericanos. En mi libro contemplé que todo lo escrito ahí no era lo último, y que los cambios iban a suceder conforme pasara el tiempo. Se conoce y no se duda que Jovita o Felipe están innovando en conceptos como el de “niños del viento”, al respecto ya se están tomando medidas, y el registro etnográfico y sistemático realizado por mí por más de 20 años, y la comunidad esta en contra de ellos. Como científico social pienso que si sucediera esto la misma mecánica social y la cosmovisión los absorbería con el tiempo y a largo plazo. Pero sobre los demás conceptos aclarados en este escrito creo que ya es tiempo de que no se sigan difundiendo o discutiendo como verdaderos en el medio académico porque esto no es factor de cambio, ya que se ha difundido y sucede solo en el medio académico.
Desgraciadamente esta actitud lo único que logro fue poner en peligro a mi vida y la integridad de mi familia, y que el pueblo se cierre a futuros investigadores (según se dijo en la Ayudantía Municipal), así como para la Mtra. Ana María Salazar ahora que ha salido a la luz pública su escrito-ponencia. Yo en años anteriores he invitado a diferentes colegas, y por el simple hecho de entrar a la comunidad por un solo día escriben y publican como si fueran expertos y entendieran esta rica tradición que aun no esta agotada en investigaciones, pero nunca se habían escrito y publicado tantas mentiras juntas, y que el medio académico las de por investigaciones novedosas sin falsedad. Desgraciadamente solo están bajo el escrutinio académico (si acaso), más no al escrutinio de la sociedad la cual nos ofrece su cultura como objeto de estudio: esa es la gran prueba de fuego, devolver a la comunidad el trabajo realizado en ella.
Una versión anterior de esta carta sin corrección referente a cierta culpa de la Maestra Alicia María Juárez la deje en el IIA, y también se la mande por correo electrónico al Director y al Secretario Académico, y no he recibido contestación alguna desde hace tres semanas. Y creo que merezco atención a este problema que desembocó en un daño moral a mi persona dado que soy residente del poblado de San Andrés de la Cal desde hace más de 25 años.
Solicito que la investigadora Ana María Salazar Peralta rectifique de cualquier manera sus falsedades con respecto a la cultura de San Andrés de la Cal, Municipio de Tepoztlán, Morelos de sus publicaciones, y de las que están en preparación:
- Salazar Peralta, Ana María “Las peticiones de Lluvia en el norte de Morelos: signos Culturales y significados en una moderna sociedad tradicional” en Revista Mexicana de Estudios Antropológicos, TXLIX, 2003-2006, Sociedad Mexicana de Antropología, México. 2006.
- Salazar Peralta, Ana María, Patrimonios intangibles. La transversalidad de la religiosidad popular y el poder femenino en las modernas sociedades tradicionales del Centro de México.
- Salazar Peralta, Ana María, “De mujeres y género en la religiosidad popular de Tepoztlán, Morelos” en Women and Religions of the World, Karen Torjesen y Sylvia Marcos. En prensa.

Una versión anterior de esta carta sin corrección referente a cierta culpa de la Maestra Alicia María Juárez la deje en el IIA, y también se la mande por correo electrónico al Director y al Secretario Académico, y no he recibido contestación alguna desde hace tres semanas. Y creo que merezco atención a este problema que desembocó en un daño moral a mi persona dado que soy residente del poblado de San Andrés de la Cal desde hace más de 25 años.






ATTE. Dr. César Augusto Ruiz Rivera

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E. MAIL: cesar_aug19@hotmail.com

[1] Ana María Salazar Peralta, Patrimonios intangibles. La transversalidad de la religiosidad popular y el poder femenino en las modernas sociedades tradicionales del Centro de México, s/f.
JUÁREZ BECERRIL, ALICIA MARÍA, “Los Aires nos esperan. La organización del ritual en San Andrés de la Cal, Morelos” en Mundos Religiosos: Identidades y Convergencias, XI Congreso Latinoamericano sobre Religión y Etnicidad, Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, ALER. Sao Paulo, Brasil. ISBN 970 94056 2 4, 2006.
“Los niños del viento”: El concepto de infancia en un elemento meteorológico de la región de Tepoztlán, Morelos, s/f.